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martes, 17 de diciembre de 2013

Capítulo 9: Día duro

*Laura*
-¿Trabajas o estudias, Laura?-me preguntó Álvaro curioso.
-Trabajo y estudio-respondí.
-¿Cómo te organizas?-preguntó Isa.
-Por las mañanas trabajo y por las tardes voy a las clases en la universidad-expliqué.
-¿No se te hace cuesta arriba en las jornadas de exámenes?-preguntó Carlos.
-Para nada, durante ese tiempo no trabajo, mi jefe es el padre de una compañera de clases y, cuando tengo la época de saturación por exámenes, me da vacaciones-me encogí de hombros.
-Vaya trabajo bueno-dijo Dani sorprendido.
-Sí, he tenido suerte-asentí sonriendo.
-¿Cuánto tiempo llevas?-preguntó Blas.
-Casi dos años, empecé al mismo tiempo que entré a la universidad-me quedé pensativa.
-¿Qué estás estudiando?-preguntó Isa.
-Periodismo-respondí y los miré-.Creo recordar que los famosos son los chicos-dije divertida.
-Me está viniendo un déjà vu...-dijo David.
-Auch, dame una patada si eso-se quejó Dani mirando mal a David.
-¿Era tu pierna? Lo siento, no lo sabía-dijo pillo.
-¡David!-volvió a quejarse, creo que por otra patada.
-Laura, ¿qué es lo que se...?-se quedó cortada y parada en la puerta de la cocina-¡Yo te mato!
-¡Creo recordar que fuiste tú quien los invitaste a desayunar!-le grité mientras corría hacia su habitación.
Todos rieron y, al cabo de un rato, apareció mi amiga muy sonrojada y ya vestida y peinada.
-Clara, quiero que sepas que me encanta tu pijama de pájaros-dijo David divertido.
-Gracias, a mí también me gusta-contestó ella.
-Anda, tonti-me levanté y me puse junto a ella-, no te piques porque tú los invitaste y ellos te han tomado la palabra al pie de la letra.
-Y tanto, pero podrías haberme avisado, ¿no?-me miró seria.
-Pero si han venido de improvisto y no me ha dado tiempo-señalé.
-Bueno, yo voy a seguir picada y ya me pensaré si te perdono-se sentó en mi silla.
-Vale, yo me voy ya que, si no me doy prisa, llego tarde-puse mi taza en el fregadero-.¡Clara, te toca fregar!-dije desde el baño.
-¡Tramposa!-me gritó de vuelta.
-El trato era el desayuno y la cama, no fregar los platos-le indiqué-.Te hago la cama y  me voy.
Y eso hice, estiré sus sábanas y la colcha, puse los cojines y salí pitando hacia el perchero de la entrada, cogí mi bolso y la chaqueta, grité un adiós y salí escaleras abajo. Tenía prisa, quedaba un cuarto de hora y yo tardaba algo más en llegar. Al estar ya en el rellano del edificio, el ascensor se abrió dejándome ver a los chicos e Isa.
-¿Ya os vais?-pregunté mirándoles extrañada.
-Sí, tenemos cosas que hacer y tampoco queremos entreteneros-respondió Blas.
-Ah-asentí mientras todos salíamos a la calle.
-¿Dónde trabajas?-preguntó David curioso.
-En una tienda de música del centro-respondí abriendo mi coche-.Os dejo porque ya es tarde, adiós.
-Adiós-dijeron casi a coro.
Conduje algo deprisa para no tardar demasiado y lo conseguí, solo llegué cinco minutos tarde. Entré rápidamente, saludé a mi jefe y a mi compañera y entré al almacén para ponerme el uniforme que consistía en una chaqueta roja con una plaquita en la que ponía mi nombre. Salí y me fui al mostrador, mi jefe nos dio algunas indicaciones y se fue dejándonos a las dos solas.
Mi compañera, Danae, era una chica uno o dos años mayor que yo, de mi estatura y pelirroja. Ella había entrado a la tienda hacía cosa de un mes o algo así. Parecía simpática, pero nunca habíamos hablado demasiado, era reservada y yo tímida con la gente nueva, así que ninguna sacaba temas de conversación. Por eso me sorprendió que me hablara aquel día.
-¿Por qué solo vienes a trabajar por las mañanas?-me miró curiosa.
-Porque por las tardes voy a la universidad-respondí educada.
-Mm...-dijo pensativa-¿Podrías cubrir mi turno de mañana por la tarde? Es que es mi aniversario con mi chico y, bueno, tú sabes-le restó importancia-.¿Podrías hacerme el favor?
Al día siguiente era sábado y no es que me hiciera mucha gracia trabajar un sábado por la tarde, pero bueno, podría hacerle el favor.
-Está bien-asentí con una pequeña sonrisa.
-En cuanto pueda te devuelvo el favor-sonrió y entró a la parte de atrás de la tienda.
Suspiré, parecía que no era capaz ni de dar las gracias, en fin. Me senté en un pequeño taburete y abrí una revista de las que teníamos por ahí, me aburría un poco y no tenía gran cosa que hacer. Mi móvil sonó, así que lo saqué del bolsillo de mi pantalón y lo miré.
Isa: Holaaa ¿puedes quedar mañana?
Lau: Imposible, trabajo todo el día :/
Isa: Jo, bueno, quedamos otro día :)
Lau: Claro, cuando me digas ^.^
Isa: ¿Qué me cuentas?
Lau: Nada interesante, en la tienda no entra nadie -.-' ¿Y tú?
Isa: En el estudio con los chicos, que están ensayando
Lau: Qué bien, me gustaría escucharles *.*
Isa: Pues escucha...
Me mandó una nota de voz en la que se escuchaba a los chicos cantar
Lau: Jo, suenan genial :D
Isa: La verdad es que sí jajaja
Lau: En estos momentos me das envidia :(
Isa: Jajaja ¡Anda ya!
Lau: Es verdad, me encantaría estar ahí escuchándoles y no aquí aburrida y con una compañera que se ha perdido en algún lugar de la parte de atrás de la tienda
Isa: Ala qué tía ¿y no te ayuda?
Lau: La verdad es que no, siempre hace lo mismo
Isa: Pues menuda fresca
Lau: Sí...
Isa: ¿Dónde queda la tienda?
Lau: En el centro, frente al Starbucks
Isa: Mm... Valee
Lau: ¿Para qué?
Isa: Puede que me pase en algún momento, créeme que no es divertido estar toodo el día sentada en un sillón
Lau: Al menos escuchas buena música
Isa: Jajaja Cómo se nota que eres fan de ellos
Lau: Sí :$ Jajaja
Dejé el móvil en cuanto vi entrar gente. Atendí a algunos, ayudé a otros y así estuve hasta la hora de cerrar, justo cuando entraba mi jefe y Danae salía del pequeño almacén.
-Hola, chicas-nos sonrió-.¿Cómo ha ido la mañana?
-Bien, bastante tranquila-se apresuró a contestar mi compañera.
-Bien, pues por hoy ya os podéis ir-entró al mostrador para mirar la caja.
-Hasta mañana-dejé la chaqueta, recogí mis cosas y me fui.
Subí a mi coche y me puse en marcha, tenía que hacer la comida, comer, limpiar lo ensuciado, cambiarme e irme a la universidad. Un día ajetreado.
Llegué a casa a más de las ocho, estaba reventada y sin ganas de nada, menudo viernes me había tocado pasar.
Clara no estaba en casa, por lo que fui directamente a la ducha, me puse mi pijama, mis pantuflas y me hice un moño despeinado con algunos mechones fuera y me tiré en el sofá a ver la tele. Después de dar dos vueltas completas por todos los canales, me di por vencida en encontrar algo que valiera la pena, así que fui a mi habitación a por una película que me había dejado Alejandra y no había visto, Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas. La puse en el DVD y me volví a tirar en el sofá.
Llevaba casi media hora de película cuando tocaron la puerta. Con un suspiro puse pausa, me levanté arrastrando los pies y abrí.
-¡Hola!-exclamaron.
-Vaya, parece que hoy es el día de los pijamas-rió David.
-Pasad, anda-les dejé paso-.Poneos cómodos, voy a ponerme algo decente.
Los dejé en el salón y entré a mi habitación, me puse unos leggins, una camiseta fina de manga larga y una chaqueta negra con capucha. Me hice una coleta y para los pies me dejé las pantuflas con los calcetines. Salí y los encontré a todos acomodados. Blas, Carlos e Isa estaban en el sofá, Álvaro y David en el sillón de dos plazas un poco apretados ya que era pequeño en realidad, y Dani en el sillón de una plaza, o sea, mi sillón.
-Hemos traído pizzas y palomitas-dijo Carlos.
-Muy amables-les sonreí.
-¿Clara no está?-preguntó Isa curiosa mientras yo iba a la cocina a por vasos y bebidas
-No, está en el cumpleaños de su madre, han hecho una reunión familiar, así que supongo que vendrá tarde o mañana-respondí-.Gracias-le dije a Blas que me había ayudado a llevar las cosas.
Ya con las pizzas abiertas sobre la mesa de centro y cada uno con una servilleta y un vaso con bebida, me dispuse a sentarme.
-¿Te importa hacerme un hueco?-le pregunté a Dani.
-No, claro-se hizo a un lado y pude sentarme junto a él sin problemas.
-Mira que eres difícil ¿eh?-rió Álvaro.
-Es mi sillón-me encogí de hombros cogiendo un trozo de pizza.
-Lo siento-se disculpó el rubio.
-No pasa nada, de todos modos no habríamos cabido bien-le resté importancia.
-¿Qué peli veías?-preguntó David señalando la tele.
-Hansel y Gretel-respondí.
-¿No eres un poco mayor para ver dibujos?-se burló Dani y yo le saqué la lengua-Yo ya la he visto, la bruja que les ayuda, Mina, se muere y Hans...-le metí un trozo de pizza en la boca.
-Comiendo no se habla y no me cuentes la peli que no la he visto-le advertí.
Alzó las manos y siguió comiendo mientras los demás reían. Terminamos de comer hablando de todo un poco entre risas y, al acabar, me ayudaron a recoger. Cuando todo estuvo en la cocina, volví al salón, me senté en el sillón pequeño con Dani y puse la película desde el principio.
Noté algo en mi hombro, abrí los ojos despacio y me encontré con unos azules que me dejaron totalmente aturdida.
-Siento haberte despertado, pero ya nos vamos-susurró con una sonrisa.
Enseguida caí en quién era... ¡Qué vergüenza!
Me levanté de un salto y los miré a todos.
-Lo siento, vaya anfitriona soy...-me sonrojé.
-Tranquila, nosotros nos hemos acoplado y debes estar cansada por haber tenido un día ajetreado, ¿verdad?-me sonrió Álvaro.
-Verdad-asentí suspirando.
-Entonces nos vamos para que descanses-dijo Dani levantándose y quedando así a mi lado.
Les sonreí y les acompañé a la puerta. Se fueron despidiendo de mí con dos besos, en el caso de Isa añadió un abrazo, y quedamos en que nos veríamos otro día. Sinceramente yo esperaba que eso ocurriera, pero un día en el que estuviera al cien por cien. Menuda vergüenza haberme quedado dormida con ellos allí en el salón de mi piso.

2 comentarios:

  1. Hola!! Menudo capítulo más entretenido!! Esta genial como todos. Me he reído mucho con el comentario de David sobre el pijama de Clara, ha sido muy gracioso. Estoy impaciente por el siguiente!! Un beso!!

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    1. Hoola!! Muchísimas gracias por estar por aquí también y sentimos el retraso en comentar. Esperamos que te siga gustando. Un besazo!

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