Vistas de página en total

sábado, 26 de octubre de 2013

Capítulo 8: No lo entiendo.

*Isa*
Ya estaba solucionado todo con Laura, o eso esperaba, no sabía como había podido comportarme así el día de la boda, bueno, en realidad sí, pero sea como sea no merecía perdón, y Laura me había perdonado y más que eso, me había llevado con ella a comprar y me había llevado a su casa. Era estupendo tener una hermana, siempre quise tener una, aunque Carlos siempre ha sido un hermano genial. El mejor.

Laura me dejó en la puerta de casa, miré a ambos lados de la calle y después saqué la llave del portal, abrí y subí por el ascensor.
Llegué hasta el piso de mi hermano y abrí, me lo encontré con Blas y Dani viendo una película en el salón con todas las luces apagadas, Dani estaba dormido y se le caía la baba y Carlos y Blas lo estaban recubriendo de una nata espesa y pintándole bigotes con rotuladores de colores.
-No tenéis remedio...- Dije sobresaltándoles.
-Isa... Shh.- Me calló mi hermano.
-Shh tú.- Le contesté.
-Voy a por Ketchup.- Dijo Blas levantándose y pasando a mi lado deprisa.
-Isa, cena, ¿quieres?.-Me dijo Carlos susurrando.
Asentí y me metí en la cocina descubriendo a Blas en pleno acto de comerse una galleta de chocolate.
-¿Sabe mi hermano que estás acabando con el suministro de galletas de chocolate de casa?
-No, y espero que no se entere, gracias.- Me dio en la nariz con el dedo.
-Tranquilo, sigue comiéndote sus galletas, quítale colesterol.
Blas rió y se acercó a mí, yo me alejé disimulando buscar algo en el mueble.
Las cosas estaban yendo de mal en peor por momentos.
-¿Crees que ya he olvidado lo de hoy?.- Dije.
-No, no lo creo, pero intento ser amigable.
-Ah, ¿pero somos amigos?.- Dije con cierto tono irónico mientras me giraba, Blas me agarró del brazo y me hizo girarme.
-No lo pones nada fácil.
-¿Y qué quieres que haga Blas?.- Suspiré cansada.- Si me comporto como tu amiga sufro, porque es obvio que me gustas, no aguantamos separados más de 24 horas, ya ha quedado más que claro, ¿qué solución queda? 
-No lo sé, pero desde luego ponerte así no es una solución.
-¿Y cuál la es? Besarnos y después decir ''amigos'', volver a besarnos y después volver a decir ''amigos'' cuando es mentira, cuando los dos sabemos que no somos solo amigos. Tu ya sabes que me gustas, pero ¿te gusto yo a ti?
Me giré y salí de la  cocina con mi cena, me senté al lado de Carlos, Dani se había despertado y me miraba sonriente.
-Que guapo estás hoy Dani, no me había dado cuenta.- Dije intentando no reírme de sus pintas.
-Gracias peque.
-Isa, ¿Estás bien? es que estás rara...
Blas volvió al salón y se sentó.
-Pues verás Carlos, te lo voy a contar... tengo una amiga a la que le gusta un chico y creo que le gusta ella a él, pero no se atreve a dar el paso, siempre pone escusas porque el hermano mayor de ella es su amigo.
-Mmm.- Mi hermano se llevó la mano debajo de la barbilla.- El amigo es idiota, si son amigos no creo que pase nada.
-¿Estás seguro?.- Preguntó Dani alzando una ceja.
-¿Por qué iba a pasar algo?.- Preguntó mi hermano.
-Pongamos como ejemplo a Isa y a Blas.- Nos pasó los brazos por encima de los hombros.- Imagina que Blas un día te dijese que está enamorado de Isa, ¿qué pensarías?
-Blas, ¿no eres un poco mayor para mi hermana?.- Carlos rió y Blas me miró de una forma que entendí ''ya te lo dije'' .
Dani se dio cuenta de que no era el mejor momento para cambiar de tema, así que comenzó a hablar de su nuevo CD.
-Bueno, Isa.- Me miró sonriente.- ¿Te gusta el nuevo álbum?
-Claro que sí.- Le dije sonriente.
-¿Qué auryn te gusta más?- Noté a Blas tensarse.
-Anda ya... ¿qué pregunta es esa? soy sombrerita de nacimiento.
Carlos se echó a reír y Blas se destensó un poco.
-Sin contar al pavo este.- Dijo Dani y Blas me miró interrogante.
-Pues, supongo que todos, sois geniales.- Dije mirando a Dani que levantó las cejas y sonrió pícaramente.
Dejamos de hablar de eso y los chicos volvieron a ponerse a ver la tele, yo me metí en mi habitación y me puse a ordenar un poco, entonces Carlos entró y se sentó en mi cama.
-¿No deberías estar con los chicos?- le pregunté.
-¿Es que ya no puedo estar con mi hermana?
-Claro que sí.- me eché sobre él y le abracé.
Oímos como Dani gritaba entonces y Blas comenzaba a reír, se había dado cuenta de todo lo que adornaba su cuerpo.
Mi hermano y yo nos miramos y comenzamos a reír. Eran un caso.
-Bueno Isa, eso de que nunca te llevo a ningún sitio me ha hecho pensar, ¿y si hacemos día de hermanos mañana? Hace mucho que no salimos los dos solos.
-¡Me encantaría!.- Me  tiré sobre él y le volví a abrazar.- Eres el mejor.- Le besé la mejilla y Carlos comenzó a reír.
Entonces comencé a pensar, ahora teníamos una hermana más.
-Carlos... - Me miró atento.- ¿Invitamos a Laura? es nuestra nueva hermana.
-Bueno, yo había pensado día de hermanos paternos.- Solté una carcajada.- Y así mi hermanita puede ponerme al día sobre los nuevos marujéos.- Comenzó a hacerme cosquillas.
-¡Para!.- Dije entre carcajadas- La próxima viene Laura.
-Por supuesto.
En eso entró Blas y cerró la puerta tras él.
-¡Socorro! Dani se ha vuelto loco... Quiere llenarnos a todos de nata...
Yo comencé a reír y mi hermano se levantó a ayudar a Blas a sostener la puerta. Los golpes en la puerta pararon y mi hermano se asomó abriendo un poco, una mano agarró el brazo de mi hermano y le tiró fuera de la habitación, oí a mi hermano gritar y decir mierda, Dani tío... acompañado por risas de ambos. Después Blas volvió a cerrar y me hizo una seña para que le ayudase a bloquear la puerta. Me levanté y me coloqué a su lado haciendo fuerza.
-¿Por qué no sales ya y acabáis con esto?.- Pregunté divertida.
-Porque no quiero parecer un pastelito, eso se lo prefiero dejar a David.
-Ah, es verdad que tu eres chiquitito.- Miré a otra parte, la situación se estaba volviendo incómoda, otra vez.
-Isa, de verdad que lo siento, yo... Si no fuese tan complicado...
-No es complicado, tú lo haces complicado.- Le miré de nuevo.
-Sí que lo es, ¿no te das cuenta?
-No, no me doy cuenta.
-O no quieres.- Suspiré fuertemente y dejé de hacer fuerza contra la puerta, los chicos tampoco estaban ahí ya, Blas se acercó a mí y me acarició la mejilla delicadamente.- Se que siento algo por ti, algo muy fuerte, pero, es que no puedo... No ahora...
Aparté su mano y le besé, él cerró los ojos y yo le seguí.
-Pues no lo entiendo.- Dije y abrí la puerta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario